Del Trauma a La Poesía

 Me esdrújulo en versos Esdrújular és o dicese de la acción de usar esdrújulas y palabras graves para ver el revés de la definición que está matando por dimisión al Ave. El triunfo de los buenos está asegurado  porque el futuro es nuestro, si ya lo conocemos y lo sabeos porque ya está relatado al costado del camino, al qué volvemos. En pretérito vemos paleontológicos el origen lógico que nos vuelve peritos; capacidad cósmica que te hace el único homínido sapiente que no se conoce a sí mismo. La forma de eludir el cáos patológico es acudir a nuestro libre alverdrío y así no volver a sucumbir al astío que precede al colapso de tu sistema neurológico. Aquello que es valioso no debieras arrojarlo al tejado vacío donde el viento aulla ocioso borrando del arie el contenido precioso que en anillos convertimos para no sentirnos esclavos. Si estás de tu lado, de tu lado nadie puede apartarte porque no necesitarás nunca más de nadie; pero para que no puedan volver a partirte deberás entender al

  Estoy de vuelta Es la palabra escrita La forma favorita de las alas En las que vuelan las poesías Que nos visitan desde allá  Desde ese valle verde Que está lleno de maná  Donde el ave volaría  Ave Maria una vez más. No te rindas Madre mía No me vayas a dejar No aguanto más crucificciones Y ya dijimos nunca más  Diosa blanca de Poesía Acompáñame en mí cantar Si te vas vos se va la vida Y la vida no se puede acabar. Ahorranos el purgatorio O el supositorio de arándanos  A no ser que querramos Vivir supurando odio. Y avivando las llamas del infierno A dónde nos metimos cúando sin querer ni supimos Que construimos un Averno. ¿Cómo pago este renglón? ¿Existe una moneda para hacerlo? ¿si te doy un beso me das un verso? ¿Cómo hago para que me des una canción? Al renglón me lo paga Dios. La moneda es el mismo tiempo Con mi boca te beso en este verso. Y si no me das la canción te la escribo yo. Nadie hubiera imaginado nunca que en la nuca se te estrella la rivera que ni Rivera pintara en la

 Ojitos de sorpresa Nada hay más hermoso Que el Hermoso rostro asombrado  En un gesto de sorpresa grato Cuando un niño mira fascinado. En esa intriga que imagina Vivimos toda la vida  Que no se te fatigue Florista Esa mirada de maravilla. Porque si se pierde No hay lentes para esa miopía Y te perderás atardeceres  Dignos de poesías. Soñá con esas ganas  Con las que en esa foto reías No te olvides ahijada mía Que todo se acaba un día. Y se acabarán las cosas malas Esas que el alma te afligian Pero también pasan las cosas buenas  Esas cosas buenas cómo tu sonrisa  Si un día el cansancio te asecha Y sientes que es muy largo tu arduo día. Acordaré de tu loca padrina Que no solo vive, también recita  Y que te escribe pensando en tus ojitos que brillan Y quieres que los tengas así toda la vida  Para que entiendas los poemas que con esos ojos yo escribía Cuando me sorprendió la vida a la vuelta de una rima. Ríe, sueña, cantá, baila, caete, tropezate  pero siempre levantate y reite Floripipi.

  Al hermano que queda respirando… Sí cuando ves a ese ser que amaste, respirar al ritmo de la muerte; en el cajón musical inerte, escuchas su canto finalmente. Sí cuando escuchas los recuerdos que acumulaste en imágenes esenciales que ciego miraste, ahora que la luz del recuerdo resplandece, ves de repente aquello que siempre negaste. Sí el dolor de esa ausencia te transporta a la esencia de su agonía. Al punto de sentir que son tuyas las espinas, y entender lo que és la cruz a la que Él se subía. Sí en la muerte y el dolor de los que quieres sufres, lloras, ríes, sangras y mueres bendita sea tu alma entre tanta muerte confiaste en el prójimo y ahora cobrás el cheque. Sí en estas rimas que pretenden mostrarte,  que no estás solo, solamente te ves. Verás que somos muchas y muchos los sufrientes, y muchas las noches que a lápices frenan trenes. Y si no estás solo está contigo la paz prometida, para quienes de a dos o más se reunieran a buscar consuelo en Mí Nombre o conmigo. Es hermoso

  Minás Bitcoin por consecuencia Lo que escribo con la mano me lo borras con el codo; solo insultas a tus hermanos, es en vano tu auto decoro Yo invento nuevos patrones  de rimas no tibias sino con huevos y unos ovarios que resucitarían a tus neuronas hoy de nuevo. Si el algoritmo sentencia con odio sólo verás episodios sin esencia en presencia de la meritocracia presenciarás el ardiente purgatorio Y no saldrás vivo de ese jolgorio que festejás con sobrada avaricia esencial venda que tapa el odio con opios e ideales que buscan mantener tu justicia. Reverencias falsas de falsos profetas que vociferan en oleadas de demencia incontinencia verbal que abofetea a la poesía que sufre por tu incongruencia. Es tan grande tu carencia de autoestima que minas Bitcoin por consecuencia directa o no de tu injustificada ignorancia o tu arrogancia maldita que te sentencia. En tu ausencia técnica se deletrea al tacto el impacto térmico que se identifica en datos y evadiendo lo técnico, petrificas de fac

Quiero saber que querer… Quiero saber que querer  y lo quiero saber ya, porque sé  que no quiero saber más nada  con la ansiedad que me agarra,  cuando para mi desgracia sin querer, supe que logré tener lo que quería  y sin saber todavía que quiero,  ahora sé qué no era eso lo que quería. Porque solo puedo querer y saber,  sí sé lo que quiero hoy primero,  pero solo si renuncio, sabiendo que querer es lo que quiero,  ya no quiero saber nada y dejo de querer…  para saber que Me quiero. Y sin querer, paso a Ser sin querer saber  y desaparece la agonía, que no quería ni sabía que venía,  cuando sin saber anteponía,  el saber que quería; antes que querer sabiduría. Entonces querido,  que quieres saber qué quieres,  si quieres saber, si quise que sepas de forma discreta,  si finalmente quiero saber qué sé sobre querer saber,  te diré que no sé y tampoco sé  si quiero que quieras saber.  Sí sé, que quiero que sepas  que saber es lo más importante,  pero quiero decirte  que si saber se convie

  Balada para un cuerdo Existen patrones, que se te escapan y acaparan los botones que activan tu inteligencia, haciéndola brotar a borbotones. A esos patrones somos ciegos, invidentes monos que creen ver; y esencialmente vivimos tuertos, porque no vemos, lo que no se vé. Es una escala completamente diferente, toda una cromatografía que difiere, a la cotidiana lista de quehaceres reconocida, en cotidianos placeres. No es lo mismo saber leer, que entender lo que escribió aquél; que entra por tu ojo, pero que no ves y te lo repite acá de nuevo, otra vez. Perpleja quedó mi mirada y extasiada miró la pradera, bandera blanca de papel; en la que escribo lo que quiera. Si me deja la letra que idolatro, ya no trato de escribirlo ni siquiera; quiera Cristo que esto escrito, de mí no contenga rastro ni en la estela. Porque con mi presencia mancho sus huellas preciosas, mariposas que me sentencian; a vivir en capullos, ociosa. Condenada por la historia a ser la revisora de tus pisadas, alas que e

Improvisado con demora Porque cuando improviso me demoro, me subo al trono y me descorono; pero pronto tropíezo y caigo al lodo,  donde empiezo de cero perdiendo el decoro. Y aunque lo pierdo todo no estoy perdido, cayendo al abismo voy en deterioro; cardioresucitatorio es el espasmo mismo, que padeció Cristo cuando vió lo que hicimos. Moriremos convictos, presos del tedio o del asco mismo de los que imitan imperios; maldito purgatorio en el que nos metimos, del que si salimos andando, es nuestro merecido. Y obvio no nos rendimos, solo nos redimimos vinimos por uno sólo, pero nos llevamos siglos; y si no pasaba por acá, te lo cantaba Silvio o el silencio que desplaza, el suspiro de mi alivio. Divino impacto, del meteorito cósmico invicto, que intacto se mantuvo en mi profundo intento; de salir del vicio, renunciando al tedio del maleficio, redundante en artificios, que me vuelven artillero. Y mi cerebro, que brilló por su sincero suicidio al momento mismo de nesecitar su aporte valioso

  Fallecen, desfallecen, reviven y Resucitan… Lo que ellos hacen, no me incluye dice y fuma el humo otra vez, se miente y se sienta a esperar el amanecer. Pensando que es un juego, mira y no vé, piensa mirando que el mundo está al revés, viendo nadar al ave y volar al pez. Falleces siempre que ignorante señales, que porque piensas que piensas eres pensante, separándote del pensar quedaste invidente. Se suicidan en ese instante en tu frente, las esperanzas danzantes que las letras incluyen, en los poemas que han llegado hasta éste presente. Desfallecen impertinentes por los implantes mentales que absorben de la tele en publicidades que que de mentiras solo tienen verdades. Agonizan en el purgatorio en el que viven, carentes de un sentido relevante y vagan errantes por los andenes de los viernes. Revive de repente entre versos estridentes, que hacen que te despiertes de tu propia muerte, volteando para siempre tu suerte. Renace como el Fénix usando de cenizas tus propias pieles, que camb