Al hermano que queda respirando…

 Al hermano que queda respirando…


Sí cuando ves a ese ser que amaste,

respirar al ritmo de la muerte;

en el cajón musical inerte,

escuchas su canto finalmente.


Sí cuando escuchas los recuerdos que acumulaste

en imágenes esenciales que ciego miraste,

ahora que la luz del recuerdo resplandece,

ves de repente aquello que siempre negaste.


Sí el dolor de esa ausencia

te transporta a la esencia de su agonía.

Al punto de sentir que son tuyas las espinas,

y entender lo que és la cruz a la que Él se subía.


Sí en la muerte y el dolor de los que quieres

sufres, lloras, ríes, sangras y mueres

bendita sea tu alma entre tanta muerte

confiaste en el prójimo y ahora cobrás el cheque.


Sí en estas rimas que pretenden mostrarte, 

que no estás solo, solamente te ves.

Verás que somos muchas y muchos los sufrientes,

y muchas las noches que a lápices frenan trenes.


Y si no estás solo está contigo

la paz prometida, para quienes

de a dos o más se reunieran

a buscar consuelo en Mí Nombre o conmigo.


Es hermoso ver bajar de la montaña 

y tener a quien contarle lo hermoso que és,

cuando de la montaña ves bajar los pies,

del mensajero de la paz que no tiene clavos esta vez.


LPDD.

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