Las armonías del viento y su conocimiento
No hay violencia en el acto, de hacer por lo demás, aquello que por tí mismo, hacés cuando te amás. Y es una certeza que afirmo, incluso a mi pesar, porque decir lo que acá digo, hace que me quieran matar. Porque entender qué es lo mismo, no ayudar al que sufre, que matar de hambre al prójimo que a tu lado se desnutre. Puede ser muy doloroso y es natural buscar evadirlo, incluso si evadirlo incluye, eliminar a quien te lo dijo. Es por eso que es un peligro, amar cómo Él nos dijo, a aquellos que en crucifijos diariamente solemos clavar. Nadie quiere sentirse maligno, mucho menos consigo mismo, el problema es que no vemos que somos el reflejo de lo que decimos. Y por eso es que preferimos, ignorar usando adjetivos, las razones que esgrimimos, para vivir entre martirios. No hay salida en los caminos, que te guían a la nada y son solamente pavadas, los cambios que perseguimos. Lo auténtico se nos escapa, porque hasta hoy nunca pudimos, hacernos cargo que las llagas, que con nuestros clavos