¿Qué es lo esencial que no vemos?


¿Qué es lo que te puede hacer pensar

que en el mal que sufrís hay salida,

no ves lo condenada que está tu vida

en esa urgencia y necesidad?

No existe salida del mal

repitiendo las alegorías,

que en el pasado y a tu pesar,

mantienen a tu mente cautiva.


Por eso es que tengo que aclarar

que tu lucha no está perdida

y si hoy vine a recitar,

es a pesar de tus porfías.

Para que puedas aclarar

todas esas dudas que tenías

y así puedas asimilar

ésta porfiada filosofía.


Porque no saldrás de Nunca Jamás

ni aunque te percibas Campanita

y estas condenado a regurgitar,

aquellos dolores que no alivias.

Y en tu vida solo hallarás

el mismo dolor que se repetía,

porque no se puede cambiar

si repites operaciones ya sabidas.


Para obtener un resultado diferente

es necesario que por fin intentes,

una ecuación nueva que de repente

cambie el resultado que obtienes.

Porque es una acción de locos

seguir negando los trenes,

diciendo que son luz al final del túnel,

las luces que ves venir de frente.


Es lo mismo que buscar en los focos

la luz que ven los invidentes,

que no entienden ni un poco,

cómo funciona la luz que se desprende.

De la reacción química que precede

a esa luz que ven tus ojos

y que solo te muestra tus despojos,

esos mismos que sólo te anteceden.


Porque realmente lo único que eres

es la capacidad de ver en el presente,

lo que la realidad material te muestra

y a la cual niegas persistentemente.

No eres más que una mente

que pudo entender mientras se empeña

y no existe aquello que entiendes

basado en que eres tú el que piensa.


No es por pensar que existes,

sino que es por pensar que hoy puedes,

decir que estás pensando

y que por eso es que la duda viene.

Y es ésta realidad que te antecede

esa verdad esencial que has buscado,

la misma que nombró el Principito de repente,

en los dedos de un Exuperié resignado.


LP DD


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