La dialéctica del Amo y el Esclavo

Si podés entender lo perdido que el universo se encuentra, buscando dentro de tu cabeza, conocerse a sí mismo.

Vas a poder entender el algoritmo, que a tu mente tiene presa, porque no existe un yo mismo, esa es una ilusión de tus certezas.

Y por eso vivimos adoloridos, entre los holocaustos que niegan, aquellos que se han enriquecido, con esas muertes siniestras.

Porque son aquellos que sostienen, a los mitos que te pesan, los que se benefician siempre, de todas tus tristezas.

Por eso es que no vimos, la verdad que esencial era y que anunciaba el Principito, de manera tan perfecta.

Es invisible a los ojos dijo, la boa constrictora esa, que se alimenta de tus enojos, basados en un mañana que nunca llega.

O en el pasado que aún te acecha, porque no puedes evadirlo y mientras caminas entre tus penas, pensas que son tuyos los delirios.

No hay en el presente alivio, por eso es que buscamos respuestas, en el ayer o en el mañana, donde habita tu cabeza.

Ya lo decía Hegel en la dialéctica, que el amo vivía esclavo de sí mismo, porque para validarse necesitaba, de un esclavo empedernido.

Y así se formaba el círculo del abismo que al infierno nos condujo, porque no hay salida del laberinto que ese trauma nos indujo.

Por eso hoy veo el insulto, que nos mantuvo perdidos, buscando en el indulto mutuo, saber para qué vivimos.

¿Qué sentido tiene pagar tributo, solamente para que te validen, no podes ver lo que sigue, de continuar en ese rumbo?

Entiendo muy bien lo que propuso y también entiendo que así se veía, pero es pura porfía, sostener hoy ese dibujo.

No existe apego seguro, en basar en la opinión del otro todo lo que tu propio futuro, aguarda frente a tu rostro.

No importa qué digan los otros, aunque hoy así parezca, porque yo tengo la certeza, de arreglar un mundo roto.

LP DD