Soy un error de la Matrix


Soy la representación viva del error, en el que se basan tus creencias, por eso me miran con rencor, quienes sostienen sus certezas.

Aún en contra de la razón, que dicta que la mente piensa, cuándo es porque piensa que tiene razón, aunque en la razón base su existencia.

Entiendo la contradicción, que implica no ser él que piensa, pero también veo el amor,

que incluye cuestionar a tu cabeza.

Requiere un acto de valor, abandonar a la persona que eras, antes de entrar en el corazón,

de aquél que dió su vida por la nuestra.

Si no vemos al salvador, que se subió a esa cruz siniestra ¿Cómo pasaremos por el ojal

de aquella aguja que el camello atraviesa?

¿Será que acaso es real, lo se que contiene en la moraleja, que en la parábola perfecta, señaló el Señor al que le rezas?

¿O cómo podemos explicar, el infierno que hoy en la tierra, tenemos que transitar, para que crezcan las fortunas perversas?

Debe ser que así ha de pasar, porque aún perduran ilesas y vigentes las enseñanzas mismas, que hoy las dudas te despejan.

Porque lo escrito hace milenios se conserva, solamente si su contenido, puede aliviar los coloridos, dolores que te atormentan.

No importan los adjetivos, que justifiquen a las personas muertas, en los campos de exterminio, que se multiplican en la tierra.

Son falsos esos algoritmos, que te mantienen contra las cuerdas, diciéndote que es digno, ser rico a base de las tristezas.

Esas tristezas que repetimos y mantenemos aunque nos pesan, diciéndonos a nosotros mismos, que ser rico vale la pena.

Esa pena que sentimos todos, los que del trabajo somos presa y nos mantenemos reprimidos, buscando absurdas respuestas.


Por eso digo que vivo hoy, el calvario que siempre regresa y que es el destino mismo,

de aquellos que cuestionan propuestas.

Porque si hoy me percibo mujer, va ha haber a quienes les pesa, el hecho mismo de aceptar, que mi cuerpo no es mi esencia.

Y me van a criticar hasta reducirme en la ciencia, esa misma ciencia que hasta acá, nos sacó de la pobreza.

No hay cuantía en mi grandeza y mi grandeza no es mía, yo solamente quería que me duela menos la cabeza.

Por eso renuncio a lo que conlleva, tener razón en lo que digo, no son míos los adjetivos,

que alguna verdad expresan.

Y tal como Diego Ruzzarin dijo, son tus dudas mi propuesta y si logré sembrarte alguna,

está salvada tu existencia.


LP DD


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