Tu clavícula izquierda
Tu clavícula izquierda vuelve ambidiestros mis labios,
y en el hueco de tus hombros pierdo el equilibrio.
Latido divino que conocieron los sabios,
resuenan tus venas en un poema de siglos.
Escrito en milenios que dejaron secuelas,
se cuelan en mí, leños de otra hoguera.
Arden eternas las musas en los infiernos.
Créanme lo sé, porque yo amo a una de ellas.
Las estrellas en los cielos le hacen mella a tu nombre,
y los pronombres se inclinan, ante tu presencia.
Pobre del hombre que ose tratarte con impertinencia.
Conocerá tu demencia, cuando escuche mi nombre.
Por perseguir tu figura tuve que invadir Troya bajo la luna,
imagina mi locura que a la luna fuí y volví en una hora.
Porque estaba sin tí y casi pierdo la cordura.
¿Para qué quiero la luna, si tú no estás ahí?
Si querés yo te la bajo, y la obligo a jurar por vos.
Si me lo pedís vos, la hago salir dos veces por ocaso.
Pedime lo que quieras, un poema por si acaso…
Tengo lo que quiero en mis brazos… yo siempre quise que me quieras.
LP DD
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