Oh, Diosa Hermosa
Me matás de amor y con un beso aún más amoroso me resucitás, y cuando revivo me suelo desmayar, porque son tus ojos verdeagua los que miro cuando despierto.
Pincelada de mis cielos y cuaderno de mis palabras. Oh, poeta y espada de mis versos que claman por vos en mis madrugadas.
Oh, palabra bella y sin censura que has alumbrado la penumbra de mis querellas. Eres la princesa de las estrellas y no tienes tumba.
Por eso cuando te veo desnuda cantando al viento verdades que alumbran, vuelvo hacer el intento de besarte en medio de la bruma.
No me pidas lo contrario y de esto no me arrepiento, porque yo soy un corsario, arremetiendo contra el tiempo que te susurra en el abecedario.
Acá estoy, amor mío, acá estoy de pié frente al destino esperando que se cumpla por valiente, ya no quedan sacrificios, mi amada, ya no quedan sacrificios en poniente.
LP DD
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