Musa mía

 

Si te miro a los ojos cuando te hablo

le temo al arrebato de mis antojos,

no hay anteojos que oculten mi llanto

cuando por fin vuelvo a mirarme en tus ojos.


Estoy cansado de ser mis despojos

y por eso arrojo de vuelta los dados.

Vuelvo a ser Bukowski cuando estoy a tu lado,

abriendo los candados y destruyendo cerrojos.


Estoy harta, cansada estoy de lo vano,

este mundo humano ha maltratado a la palabra.

Por eso hoy en mano porto la espada

para liberar a la poesía que habita en los contratos.


Musa mía no habrá clemencia en mis actos

cuando haga un pacto con la demencia.

El mundo va a conocer nuestro holocausto

cuando todos te nombremos por inercia.


LP DD



Comentarios

Entradas populares de este blog

Ganas de amar

Lápices que no Pudieron Romper

El Lenguaje como Punto de Partida