La obra maestra
¿Qué sería de nosotros sin la maestría de las obras,
y qué haríamos ahora si no tuviéramos la poesía?
Cada una de nuestras premisas siempre se cuestiona,
en cada una de las persona que no entiende nuestras alegorías.
¿Por qué le decimos obra maestra a La Biblia,
y qué contienen de sabiduría esas letras?
¿Cómo llegamos a la conclusión de las profecías
si nuestra mente no conocía a quien los profetas?
¿Cómo es que sucedió aquello que parecía imposible
y cómo es que es posible resolver esta contradicción?
A veces pienso que no soy yo quien toca lo intangible
y me vuelvo loca buscando invisibles, que mi ojo nunca vió.
La razón puede resultar tan evidente, que la inteligencia la rechaza,
y esa es la verdadera puñalada que nos mantiene invidentes.
Pensamos que pensar alcanza, solamente porque pensamos siempre
y rechazamos, inclementes, los resultados de la balanza.
Los datos no suelen ser consistentes vistos desde el punto de vista presente,
porque son el resultado evidente de un pasado que se proyecta,
hacia un futuro de respuestas que nos mantiene penitentes,
y por eso termina resultando pertinente aquello que rechaza la vista.
LP DD
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