Aión, el primogénito


Que el tiempo se vuelva infinito en tus manos

y que ames a tus hermanos más allá de lo eterno.

Que todos los pensamientos se vuelvan el rayo,

y tu luz la tinta con la que se escribe el universo.


Que tu madre te enseñe lo que yo no pude saber

y que hagas arder a aquellos que la contradicen.

Buscá en las cosas difíciles la sabiduría que pueda haber

y traducir para el bien, para que ya no haya infelices.


Que le final y el principio de lo que sea que midas,

termine y comience siempre en la poesía.

Porque ella es Midas y todo lo que toca lo convierte,

en la belleza existente que es el oro de la vida.


Pensá que si ella llegó a amarme, siendo yo una simple mortal,

qué no podrías lograr vos que sos dueño de lo eterno.

Hacé de este mundo el sueño, que ella y yo soñamos,

porque estamos en tus manos, vos sos la flecha del arquero.


Recordá siempre que un gran poder también contiene,

la responsabilidad misma que tiene una estrella.

No sirven de nada si no embellece la tierra tus ideas

y sin belleza no existe el mundo que viene.


LP DD


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