Sólo sabemos hablar


Somos lo que sabemos

y aunque no lo sepamos

es lo que seguiremos siendo

aunque piensen lo contrario.


Casi siempre nos equivocamos

cuando pronunciamos nuestro nombre

y ese es el único pecado

que a diario comete el hombre.


Conocerse a uno mismo

es un acto despiadado

por el que viviremos condenados

si nos atrevemos a decirlo.


No hay mayor sacrificio

que dar la vida por los demás

sobre todo si en el juicio

te condenan por hablar.

No me digan que es igual

Donald Tramp que Jesucristo,

porque Él hablaba para sanar

y el otro promueve genocidios.


Si lo que decimos

no mejora al mundo, lo empeora

y no vamos a ver la aurora

si no usamos bien los adjetivos.


Deberíamos ser más acertivos

a la hora de usar la plabra,

no como hace Estados Unidos

que beta leyes de forma autoritaria.


¿Quién en su sano juicio

al genocidio le daría curso

y renunciaría al apoyo mutuo

sumiendo al mundo en el desquisio?


Y aunque no nos demos cuenta

si no desmentimos estos vicios

agregamos otra bala a la ruleta

que en tu cabeza juega el capitalismo.


LP DD


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