Sin miedo, todo
Sin miedo, todo
Con miedo no se escribe cuando se quiere escribir sobre el tiempo porque quién le teme al tiempo vive, y por ende escribe, presa del miedo.
No se puede ser libre si tiene barrotes el pensamiento y por más que adornes tus conceptos, de barrotes se compone la cárcel del intelecto.
¿Cómo vas a escribir sobre el afuera si toda tu vida estuviste adentro? -Podés haber soñado que eras libre, pero con la libertad sólo sueñan los presos.
Nadie anhela lo que ya tiene y nadie quiere a perpetuidad, van cambiando los deseos y para protegernos las barras se convierten en cristal.
Pero tampoco nadie quiere perder el fruto de su esfuerzo y por miedo perdemos la caridad y se opaca nuestro cristal cuando desconfiamos del resto.
Tendemos a pensar mal y solemos acertar contentos, sin ver que funciona igual en sentido inverso: ‘’Piensa bien y acertarás’’ dicen los proverbios.
La diferencia abismal que separa y reivindica el segundo de ellos, radica en el sufrimiento que ‘’Pensar mal del resto’’ implica.
Todo lo malo y perverso que la humanidad transita se lo debemos al miedo que en el nombre de la libertad con total impunidad los empresarios dictan.
Con esmero y sin piedad los apocalípticos corsarios se dicen a sí mismos unicornios alados, enviados por el libre mercado a redimirnos de nuestra precariedad.
Por eso los versos escritos sin miedo son sublimes y contienen fragmentos de la eternidad que vieron aquellos que ya no temen y rompieron el cristal.
Por eso les tienen miedo a los poetas de verdad que escriben poemas que a la economía contradicen y que no persiguen el dinero con sus letras sinó la paz.
LP DD
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