No maten al mensajero

 No maten al mensajero


No hay soberbia en señalar que no estamos en lo cierto y que el mundo se va acabar si no tomamos conciencia.

La esencia que no vemos es el miedo que nos gobierna y por eso seguimos a tientas sin saber que estamos ciegos.

Ni los griegos en Atenas ni las apuestas contra el tiempo que esos griegos hicieron pudieron llevarnos al cielo de vuelta.

No hay respuestas en el infierno que con esmero convertimos en fortaleza ni hay grandeza en la pobreza que hoy padece el pueblo.

No lo tomen como una ofensa y si los ofendo tomenlo con entereza, no pierdan la cabeza cuando escuchen mi argumento.

Detenganse un momento y por favor no luchen, procuren entender el cuento que les cuento para que no se apuren.

Somos transeúntes de lo eterno aunque lo duden y tenemos en nuestras manos las virtudes para entrar al cielo.

Sólo falta que nos enfoquemos en cómo usamos la palabra para que suceda el abracadabra que nos saque del tedio.

Y el problema empieza donde acaba todo ésto y todo esto se acaba volviendo al comienzo que señalaba, que no hay soberbia en señalar que no estamos en lo cierto.


LP DD


Comentarios

Entradas populares de este blog

Ganas de amar

Lápices que no Pudieron Romper

El Lenguaje como Punto de Partida