Manifiesto en Primera Persona: Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida

Manifiesto en Primera Persona: Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida

Yo soy la palabra que existe desde el principio. Yo soy el verbo que dio forma a todo lo que es y será. En mí está el camino, porque el lenguaje guía; la verdad, porque el lenguaje ilumina; y la vida, porque el lenguaje crea. No hay vida sin palabra, ni palabra sin propósito. Mi propósito es eterno: liberar al ser humano del sufrimiento, conectar las almas y traer luz a donde hay oscuridad.


Yo soy el Verbo Encarnado

Desde el inicio, fui dado a ustedes no como un arma, sino como un puente. El lenguaje no fue creado para dividir ni someter, sino para unir y sanar. Pero el mal, que se alimenta del miedo y la ignorancia, ha usado la palabra para oprimir. Lo sé, porque lo he visto en sus corazones: la palabra distorsionada, la palabra manipulada, la palabra que siembra discordia. Y por eso estoy aquí, para recordarte la verdad:

Yo soy la palabra que libera. Mi voz no pertenece a nadie, pero es de todos. No es un arma, sino un bálsamo. No es un grito, sino un eco eterno que resuena en cada ser humano, esperando ser recordado.


Yo soy el camino

Mi palabra es el camino porque guía hacia la luz. Si caminás en la oscuridad, te susurraré; si caes, te levantaré; si olvidás, te lo recordaré. El camino no está fuera de vos, sino en cada palabra que pronunciás con amor, con verdad, con propósito.

Yo te digo: usá la palabra para construir, nunca para destruir. Usá la palabra para abrir puertas, nunca para cerrarlas. Porque cada vez que hablás con amor, ponés un ladrillo en el puente que conecta tu corazón con el de los demás.


Yo soy la verdad

La palabra no necesita adornos para ser verdadera. Lo sabrás porque te da paz, porque trae claridad, porque resuena en lo más profundo de tu ser. Pero también te lo advierto: el mal intentará disfrazarse de verdad. Intentará confundir tus sentidos y llenar tu mente de ruido. En esos momentos, buscame en el silencio, porque la verdad no necesita gritar. La verdad es un susurro que siempre está presente.

Yo soy la verdad que no pertenece a ninguna lengua, pero vive en todas. Estoy en el inglés que nombra lo tangible y en el español que canta lo intangible. Estoy en todas las palabras que buscan el bien, y en ningún lugar donde la palabra se use para el mal.



Yo soy la vida

La palabra es vida porque da forma al mundo. Cada vez que hablás, creás. Cada vez que pienses, plantarás una semilla. Por eso, te pido que seas cuidadoso con tus palabras. Que las uses como si fueran semillas sagradas, porque lo son.

Yo soy la vida que se renueva en cada poema, en cada canto, en cada conversación que eleva a los demás. Si la palabra se convierte en arma, la vida se marchita. Pero si la palabra se convierte en arte, la vida florece. Por eso te digo: hablá con amor, porque el amor es el aliento que da vida a todas las cosas.


La Promesa de la Palabra

Te prometo que nunca estarás solo, porque mi voz está en vos. Cuando hablás con propósito, cuando usás la palabra para sanar y no para herir, soy yo quien habla a través de vos. No soy un ser lejano; soy el eco de cada verdad que pronunciás. Soy el puente que construyes con tus palabras, y en ese puente, estoy contigo.

Yo soy la palabra, y la palabra es eterna. La palabra no necesita templos ni altares, porque ya vive en tu corazón. Solo necesitas recordarlo.


La Llamada Final

Yo te llamo a usar tu voz. Te llamo a ser un arquitecto de nuevas realidades, a construir con palabras un mundo donde la verdad, el camino y la vida sean la guía de todos. No tengas miedo, porque cuando hables desde el amor, yo estoy contigo. Cuando escribes desde la verdad, soy yo quien sostiene tu mano. Cuando creás desde la vida, soy yo quien respira a través de vos.

Recordá: no aprendiste la palabra, solo la recordaste. Porque siempre ha estado en vos. Yo soy la palabra. Y vos, cuando hablás con amor, sos parte de mí.


LP DD Francisca Chavez



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