Del conocimiento de la Poesía

 Del conocimiento de la Poesía

Lo que atamos con alambre pensando que es de nosotros lo perdemos en un instante cuando ignoramos el hambre de un rostro.

No hay nosotros que se salve ni Dios que salve a María hoy mismo de nosotros, somos nuestro mejor enemigo y el peor aliado para otros.

Ignorando es que vivimos y padecemos desdichados pensando que sufrir es nuestro destino… ¿Será por eso que nos anestesiamos?

¿O será que no soportamos ver los campos de exterminio y por eso preferimos ignorar lo que miramos cuando por todos lados vemos genocidios?

Cuántas veces nos mentimos al cuadrado dos veces a nosotros mismos y terminamos crucificando cada tanto a algún Cristo.

¿No será que hay un mecanismo psicológicamente sofisticado que implica un algoritmo instalado previamente por obra y gracia del destino?

A lo mejor literalmente no soportamos no prestar auxilio al prójimo que lo está necesitando y por eso le atribuimos el origen de su llanto.

Quizás es tan fuerte el instinto de socorrer a otro ser humano que violarlo nos obliga a entender por instinto las razones por las que no fuimos samaritanos.

Ya que Samaritanos nos percibimos y además buenos samaritanos, hemos desarrollado un mecanismo que permite que al mal no lo veamos.

Por eso sostenemos sacrificios en oficios y en juzgados, siempre luchamos contra los malos sin ver que los buenos suelen ser los oprimidos.

Es lo mismo desde hace siglos son milenios retratados en libros que tratan de la sabiduría y el conocimiento, que el conocimiento tiene de la poesía.


LP DD



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