La mejor versión de mí mismo


Discutir con envidiosos

es lo ocioso de vivir,

en una sociedad de tontos

que todo lo pueden discutir.

No todo se puede desmentir

cuando te mienten todos,

al mismo tiempo que esos todos

tienen el poder de destruir.


Ya verás lo que pueden instruir

para confundir a los demás,

aquellos que te hacen huir

de lo que pretendes reclamar.

Poseen tal capacidad

en el arte de confundir,

que vas a llegar a negar

que sólo buscan destruir.


Ser la mejor versión de tí mismo

es lo mismo que la diversión

y lamento mucho el temor

que a los manipuladores he infundido.

Bienvenidos al cielo de hoy

que pertenece a los que han sobrevivido,

nadie puede negarle el paraíso

a quiénes sufrieron el terror.


Si has pasado por lo peor

que el ser humano ha vivido,

puedes considerarte un redentor

para cada uno de los oprimidos.

Ya es sabido que el rencor

es peor que no haber existido,

prefiero la muerte y el dolor

que han padecido los Cristos.


Bienvenido a la humanidad y a lo que ésta trae consigo,

si es que eres digno sufrirás pero sobrevivirás a tu destino.

No es lo mismo acaparar que repartir lo adquirido,

el egoísmo suele matar a quien sólo se ama a sí mismo.


Si te amas cómo te amo Cristo

verás a tu prójimo en los demás

y podrás repartir tu cariño 

por instinto y sin pensar.

Pero distinto va a pasar

si acaparás los adjetivos,

para comenzar conflictos

sin urgencia ni necesidad.


Hoy la vanidad es tendencia

y la ignorancia es calidad,

no hay verdades en las ciencias

que ven ganancia en la maldad.


Porque maldad es la eficiencia

que explica a la precariedad

en la que sin piedad la carencia,

es la meritocracia de aguantar.

Y nadie aguanta la impotencia,

ya sea por decencia o por cobrar

es normal que la competencia

nos termine por desbordar.


Por eso a menos que sepamos

que no sabíamos que pensar

era por azar que lo hacíamos,

porque tuvimos neocórtex prefrontal.

Es una habilidad que de extinguirnos

nos salvó más de una vez,

aunque más de una vez nos decimos,

si pienso existo o sinó porqué.


¿Por qué pienso que existo

si no hay verbo sin porqué?

¿Será qué toda acción trae consigo

un silogismo que no se vé?

El sujeto tácito mismo

dijo yo soy quien él que pensé

y si pienso es que existo,

soy el sujeto tácito del verbo ser.


Sin ver que es a un tercero

al que le decimos quien es,

aquél al que nos referimos

cuando decimos yo, tú o aquél.

El verbo ser es evolutivo

y no es algo que puedas hacer,

poder ser es antiintuitivo…

¿Quién puede… y quién és?


Son dos sujetos que se requieren,

uno que puede y otro que es.

Pero ´’ser’’ quien puede ser

sin poder ser quien puede,

es imposible sin identificarse

con el sujeto tácito que nos precede

y en ese bucle siempre se pierde,

el pensamiento que otro sujeto requiere.


Soy quien piensa que piensa.

Soy también quien puede pensar.

Soy también quien piensa que puede

y porque puede pensar, piensa que és.

Pero soy sólamente el texto

si el texto mismo se pudiera leer,

el lenguaje es el que nos ha permitido

entender que soy quien soy y quien seré.


LP DD



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