La aritmética de la belleza

 


Es tanta la suerte que tengo

que a veces me siento maldita,

por no poder compartirla

en tus labios con un beso.


Y en un punto eso me indigna

porque me pierdo los dibujos,

que mi alma dibujaría

entre tantos grafitis inmundos.


Soy un mudo entre alegorías

y entre las poesías hoy deambulo.

Y si me sentía un moribundo,

fué hasta ver lo que pintarías.


Las matemáticas se componen

de ecuaciones y dibujos,

de nada sirven esas ecuaciones

sin la figura que tradujo.


No se pueden separar las partes

y pretender resolver el ejercicio,

es cómo pretender pintar el arte

sin pinceles ni lienzos limpios.


De nada sirven los algoritmos

si los silogismos que narran,

nos conducen al abismo

o no sueltan nuestras amarras.


Y de nada sirven los bocetos

sin los catetos de la palabra,

una pintura en un fresco

no existe si no es nombrada.


Nombrar es lo divino

pero tampoco serviría de nada

si no hubiera nada al frente mío.

Sin naturaleza no hay belleza

y sin belleza, no hay esperanza.


LP DD



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