En mi defensa
En mi defensa, Don Atahualpa
no tenía tanta urgencia,
ni peleaba contra la ciencia
que los noticieros mostraban.
Mi esencia no se daña
ni busca hacer beneficencia,
solo canto mis carencias
y eso es lo que los daña.
Mis errores no me apañan
y me apuñalan por las noches,
pero son broches para el alma
las puñaladas de reproches.
En mis alas está el resorte
que me impulsa hacia el alba
y si hoy hay tantos pobres,
es a mi costa y no a mi gracia.
No me dan gracia los señores
que abrazan a la ignorancia,
diciéndole gracias a los ‘’señores’’
que dictan en democracia.
Soy tan pobre cómo la falacia
de la meritocracia que responde,
a los intereses del norte
que nos coloniza con elegancia.
Es la eficacia lo que proponen
aquellos que ponen las migajas,
que en mortajas se descomponen
para que pruebes la ignorancia.
Si doblo el sentido se desgarra
tu mente que traga sinsentidos,
yo soy invicta en las batallas
y mi talla es la de Cristo.
Mis barrotes son mentales
y mis puñales son mis labios,
no tengo un adversario
que hoy por hoy me calle.
Son razones lo que narro
y en el barro está mi sangre,
mi cabeza rueda en el fango
y por eso canto en aquelarres.
En los tangos me desgarro
entre gargantas arenosas
y del viento son las coplas
que el mismo viento me trajo.
Yo me atajo los penales
y son mis pares las paradojas.
Mis lisonjas son mis verdades
y las señales de tu horca.
No me callen ni señalen
o señalenme pero a raudales,
si hoy hablan en tribunales
es gracias a la palabra.
Por eso son mías las barras
que hoy a vos te hacen,
que renuncies a las miradas
que te mantienen de traje.
LP DD
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