A Don Atahualpa Yupanqui
A Don Atahualpa Yupanqui
Para poner fin al conflicto
es veredicto necesario
que el empresario invicto,
acepte todos sus pecados.
Porque si no son aceptados
está demostrado que el conflicto
es el principio del caos
en el que a diario hoy vivimos.
Sí vivimos hoy anestesiados
es producto de los vicios,
que al mundo han derivado
de nuevo a lo primitivo.
Y ése es el verdadero asunto
que nos mantiene adoloridos,
si hoy vivimos entre insultos
es por puro amor al olvido.
No hay olvido ni perdón
para los genocidas asesinos
que hoy asesinan niños
por amor al dólar redentor.
¿Qué podría decirles yo
que no les haya dicho Cristo,
cuando dijo que al prójimo
lo amemos cómo Él nos amó?
Nadie puede contra el amor
porque el amor en sí mismo,
carece de egoísmo y rencor
y reconoce la paz en lo divino.
No es lo mismo el terror
que los errores que sufrimos
y en los que vivimos hasta hoy
tan lejos de lo que quisimos.
Con permiso voy a cantar
aunque no soy permitido
y si reprimido voy a yugar
no será azucar lo vivido.
En mi nuca está el hastío
que a diario el pueblo vive,
pero si hoy me persiguen
quiere decir que he sabido.
Y lo que sé se ha convertido
en un intento de claridad
y si hoy me quieren callar
debe ser por lo que digo.
No soy Don Ata queridos
y no me hace falta corbata
para decir que nos desbaratan
sólo a través de los dichos.
No son míos los algoritmos
que nos mantienen reprimidos,
ni son míos los papeles
que legitiman los homicidios.
Míos son los cantos dignos
que nos dicen que nos perdimos,
entre papeles verdes ‘’divinos’’
que al abismo nos llevan.
También mías son las grandezas
que al pueblo le dan alivio.
Y si hoy canto redimido
es por el mismo llanto,
que tanto nos ha dolido
y así mismo sigo cantando.
No puedo caer rendido
cuando miro tanto maltrato
que hemos padecido
a manos de tantos insensatos.
Si hoy sigo perseguido
tras haber vivido el presente,
debe ser porqué la muerte
pretende llevarme consigo.
Lamentablemente yo le digo
que soy digo de lo que siente,
el pueblo que es persistente
y no se regocija en el olvido.
LP DD
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