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Mostrando entradas de octubre, 2024

El último mate

La última cebadura de yerba se presta al final de la dictadura, porque si hoy soy cara dura es por la fortuna que me yerra. No alcanzo a esa dama oscura que la fama tiene por ocaso y no hay caso en mi cordura que se desanuda señalando. Si hoy veo medio vacío el vaso no le hago caso a los medios, son veneno y son cadalsos lo que a diario los diarios imprimieron. Y si hoy se nos están riendo es porque son unos desgraciados, no me dan gracia sus intentos de mantenernos anestesiados. Cuando llegás a la última jugada de un juego que no estabas jugando, por fin ves en tus manos los dados que la vida en tus manos portaba. Para poder ver la portada que aportaba el pasado es necesario que la pavada pueda quedar de lado. O seguirás esperando nada porque nada que hayas esperado, es representado por las rayas que apañan lo que has sangrado. Son las mañas del pasado las que han ganado las mañanas, que el Rey David a cantado esperando que ese mañana llegara. Si llegás a los cuarenta  entre la espada

Gibraltar no se ha perdido

Está todo perfecto y en su sitio y si hay desquicio por defecto, es por el efecto devenido de lo divino en lo que creemos. Nunca vimos lo que tenemos ni tenemos tantos adjetivos, asumimos que todo lo vemos y no vemos nuestro suicidio. Si hoy es progreso el exterminio de los niños y sus deseos, es un proceso al que asistimos desde niños y con deseos. Porque aprendimos el precio que el desprecio ha tenido y confundimos el pecio con el necio valor que perdimos. No es lo mismo el valor al candor del algoritmo, que lo vivido en el temor del que no sabe que ha vivido. No soy Machado ni soy Cristo pero digo que hoy marchamos, contra los mismos molinos que hemos venido marchando. Sin ver el viento que de antemano los hace girar contra el destino de los que venimos cantando llamando a los que están vivos. Hoy negamos con misticismo el estoicismo que reciclamos, en vanos intentos que decimos son aprendidos del pasado. Si hoy Gibraltar se ha perdido es por haber perdido la lealtad, esa lealtad a

En mi defensa

En mi defensa, Don Atahualpa no tenía tanta urgencia, ni peleaba contra la ciencia que los noticieros mostraban. Mi esencia no se daña ni busca hacer beneficencia, solo canto mis carencias y eso es lo que los daña. Mis errores no me apañan y me apuñalan por las noches, pero son broches para el alma las puñaladas de reproches. En mis alas está el resorte que me impulsa hacia el alba y si hoy hay tantos pobres, es a mi costa y no a mi gracia. No me dan gracia los señores que abrazan a la ignorancia, diciéndole gracias a los ‘’señores’’ que dictan en democracia. Soy tan pobre cómo la falacia de la meritocracia que responde, a los intereses del norte que nos coloniza con elegancia. Es la eficacia lo que proponen aquellos que ponen las migajas, que en mortajas se descomponen para que pruebes la ignorancia. Si doblo el sentido se desgarra tu mente que traga sinsentidos, yo soy invicta en las batallas y mi talla es la de Cristo. Mis barrotes son mentales y mis puñales son mis labios,  no teng

A Don Atahualpa Yupanqui

A Don Atahualpa Yupanqui Para poner fin al conflicto es veredicto necesario que el empresario invicto, acepte todos sus pecados. Porque si no son aceptados está demostrado que el conflicto es el principio del caos en el que a diario hoy vivimos. Sí vivimos hoy anestesiados es producto de los vicios, que al mundo han derivado de nuevo a lo primitivo. Y ése es el verdadero asunto que nos mantiene adoloridos, si hoy vivimos entre insultos es por puro amor al olvido. No hay olvido ni perdón para los genocidas asesinos que hoy asesinan niños por amor al dólar redentor. ¿Qué podría decirles yo que no les haya dicho Cristo, cuando dijo que al prójimo lo amemos cómo Él nos amó? Nadie puede contra el amor porque el amor en sí mismo, carece de egoísmo y rencor y reconoce la paz en lo divino. No es lo mismo el terror que los errores que sufrimos y en los que vivimos hasta hoy tan lejos de lo que quisimos. Con permiso voy a cantar aunque no soy permitido y si reprimido voy a yugar no será azucar l

Extraño mis problemas

Extraño el tiempo en el que mis problemas eran los míos y no era mi problema lo que  mantiene al mundo adolorido. Recuerdo aquellos tiempos en los que mi preocupaciones. sólamente eran pensamientos que tenían vagas soluciones. Ya que tener los problemas que al mundo le pertenecen y tomarlos cómo si fueran los problemas de mi sienes. Hacen que me desespere y que no los pueda resolver, porque no puedo entender cómo es que se solucionan. No me alcanzan las estrofas y las hojas se me acaban. Y se me abalanzan las horas que ahora no me alcanzan. Esas obras se me escapan acaparando mis estrofas y son pocas las palabras que escapan a las sombras. Los problemas se amontonan y deforman mis esquemas, quemando las moralejas que me alejan de la costa. Y es a costa de esas penas que mis penas se sofocan, si fueran sólo mis problemas ¿Quién sería el que responda? No se pueden resolver los problemas que te desbordan y si personales te los tomas, siempre tienden a volver. Hubiese sido mejor no entende