Siempre soñé con que me dijeran
Siempre soñé que me dijeran
Nunca se sabe hasta donde
puede llegar un poema,
no los borres ni los quemes
podrían apagar una hoguera.
O encenderla si fuera el caso
porque a veces un poema,
puede significar el ocaso
de un sistema en decadencia.
Cuando hay hambre por obediencia
a una autoridad incuestionable,
viene siempre la palabra cómo sable
a devolverle al pueblo la conciencia.
Las respuestas siempre salen
de las preguntas que emerjan.
Y cuando preguntamos por qué hay hambre…
Adiviná a quién no le gusta la respuesta.
¿Será casualidad o matemática expresa
que la respuesta a la que arribás,
justamente señale a las empresas
como causantes de todo mal?
Y que encima esas mismas empresas
sean las que no te dejan preguntar.
¿No te parece mucha coincidencia
que todo esté a favor del capital?
Porque yo entiendo que tiene cosas buenas,
a esas cosas las quiero y no las voy a negar.
Pero que nada, cero, ningún defecto tenga
no me lo creo y hasta resolverlo voy a indagar.
Y lo que me llamó la atención primero
es que desde la hambruna hasta las guerras,
siempre encuentra el sistema capitalista un argumento,
para decir que es necesario o culpa nuestra.
Y cuando está contra las cuerdas
acorralado discutiendo contra los datos,
a lo mejor reconoce sus ofensas
pero sigue como si no hubiera roto un plato.
Es decir que si pide perdón
esa intención es de papel o es un relato
que para salir del paso y de última opción,
utilizó para engañar y seguir abusando.
El capitalismo ya nos ha dado
lo mejor que podía entregar.
¿Por qué nos cuesta tanto aceptar
que dialécticamente debemos superarlo?
Cuando el feudalismo negaba
las ventajas que éste sistema nos ha dado,
lo hacía a favor de conservar la ventaja.
Esa misma que hoy conservan los millonarios.
Es decir que las razones que ellos esgrimen
para justificar los misiles en guerras atroces,
son razones que justifican sus fines
que nos venden siempre como soluciones.
No importa si en el pasado el dinero
fué el medio que permitió que llegara a la luna el hombre.
Hoy en día acumularlo nos lleva al infierno
porque el dinero al comienzo fué un medio, no un norte.
Lo usamos tanto y durante tanto tiempo
que tras varias generaciones de crecimiento,
asumimos que dinero es igual a satisfacciones
y perseguimos dinero en vez de nuestros sueños.
Entiendo que los sueños se realizan con dinero.
¿Pero qué pasaría si lo que sueño no puede pagarse?
¿Qué soñamos pagar para sentirnos plenos?
¿Si no pensaste en comida, podés ver tu privilegio?
Si como yo soñaste con viajar y no con comer
quiere decir que seguro no tenés hambre.
Y si tenés hambre sabés que vas a comer,
porque de otra manera soñarías con manjares;
Soñar visitar los glaciares viajando en primera clase
o comprarte un auto nuevo a costa del tiempo de tu viaje.
Si ese es tu sueño despertate, o si querés seguí durmiendo
pero te juro que te están mintiendo
en cada punto, en cada coma, de cada frase.
LP DD
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