Pensando cómo decirlo

Pasé tanto tiempo pensando

que lo que yo pensaba sucedía.

Y en el que vivía estresado

pero ignorandoló con alevosía.

Yo quería que conmigo fuera bueno

el mundo en el que yo sufría.

Y cuando me decían así es el mundo

yo no entendía a qué se referían.

Así aprendí que el mundo es malo

y también aprendí que así funcionó siempre,

mientras de hambre no nos muramos

seguiremos remando contra la corriente.

Yo fuí rellenando los relatos

para disociar la lógica de los genes,

porque genéticamente los datos

dicen que usamos la lógica evolutivamente.

Y evolutivamente la usamos

para desarrollar la tecnología existente,

tecnología que desarrollamos

para comer más y sudar menos la frente.

Nunca entendí el significado

que tenía la respuesta ‘’Es complicado’’

a la pregunta simple y honesta:

¿Por qué hay guerras y niños esclavizados?

A las guerras como inevitables

o peor aún como necesarias estrategias,

me las argumentaban en respuestas

que no caben en mi pequeña cabeza.

El mundo fué y será una porquería ya lo sé,

en el año 33 y trescientos años antes también.

Esa falacia siempre funcionó muy bien

para que nadie nunca haga nada.

Pero esas palabras son relleno solamente

el mismo que mi mente se narraba,

para poder seguir como si nada en el presente

sin volverte una homicida o una poeta que muere ahogada.

No se puede vencer a la muerte

pero se puede vivir más de una vida,

depende un poco de la suerte

y la suerte está a favor de la poesía.

Y en más de una vida me dieron muerte

pero al tercer día resucité siempre

en las coplas que canta el pueblo,

no hay cantor, que no viva eternamente.

LP DD