No se puede hablar en aquelarres

Puedo escribir trescientas palabras de un saque y de corrido ¿Pero qué sentido habría tenido hablar durante los aquelarres?

¿Para qué es que mis pulgares son oponibles a los aforismos, si no puedo ver que lo que señalen me lleva directo al abismo?

Puedo ver lo que se esconde en aquello compone tus creencias, pero también podés ver mi esencia cuando a la palabra descompones.

No surgieron de la nada los bombones ni el chocolate se inventó a sí mismo, pero es el mismo adjetivo, el que describe mis decisiones.

Porque en el chocolate se esconde el placer que implica disfrutar, pero también te puede matar, consumir con exceso al mismo.

No hay apuestas en el destino que no estén perdidas de antemano y no es anhelo humano, aquél que persigues para ti mismo.

Ya lo dijo AlmaFuerte y hoy aquí mismo lo repito, no podrás mellar los garfios de la suerte, a menos que uses las limas del destino.

Y seguiremos adoloridos buscando salir de éste infierno, basándonos en el conocimiento que encontramos dentro de nosotros mismos. 

¿Por qué para qué es qué escribo o para que recitas lo que digo, si no mejoramos al mundo por instinto? Creo que antes de partir, ya estamos perdidos.

¿O qué otra alternativa tenemos aquellos que no se resignan al sacrificio, que incluye el martirio en el que siempre termina nuestro camino?

¿Existe acaso otra salida que no sea seguir sufriendo lo mismo, que padecieron quienes decían que en el pensar no es que existimos?

Puede se que en el más allá, algún día veamos que estaba escrito, aquello decía más, mucho más de lo que hemos aprendido.

Porque ahí se encuentra el final de los túneles que construímos y de los cuales se sale en paz, pero no en esa paz que nos perdimos.

LP DD