Le rajo la garganta al AYAX

 Le rajo la garganta al AYAX

Hace mucho que no raja una garganta

la poesía que en mi venas hoy te canta,

por la punta de mis dedos se tecleaba

a sí misma cuando ya no tuve miedos.

Pero hoy el tiempo ya me reclama

que levante la voz que surge del alma,

cuando el pueblo sufre quieto,

surge un grito que nos raja la garganta.

Lo dijo el Ayax mientras veía Malviviendo

y denuevo lo repito rapeando,

no importa si se rajan tu garganta o tus dedos

siempre que el pueblo salga ganando.

Si son tus dedos eres un afortunado

y quedarás inmortalizado en tu recuerdo.

Y lo que sea que hayas tecleado

será tomado para luchar contra el imperio.

Si te persiguen poniendo de escusa tus versos

o si estás preso por rapear en una lucha,

quedate tranquilo que la pista es tuya

siempre y cuando no te gane el miedo.

De los tropiezos se repunta cantando

y desde el fango se recita aún muriendo,

que no te gane el silencio de los cadalsos

porque su eco en el ataúd es el infierno.

Si te ladran o señalan apuntando con el dedo

es señal de lo certero que has señalado.

Ya que sin mover un dedo y sólo diciendo palabras

los has lastimado más que un ejército entero.

Es más fácil que pase por una aguja un camello

antes que encontrar a un humano que cambie de opinión.

Lo dijo Jesús y recién hoy lo veo,

siento haberme salvado de una crucificción.

Fijate en ese Hidalgo que luchaba contra molinos de viento

y al mismo tiempo disfrutaba el viento en la cara,

él nos enseñó en metáforas que no prescribieron

que decir la verdad suele ser la opción más cara.

Pero que si no te rindes por nada e incluso contra el viento

te plantas contra tus miedos y sus miradas,

está escrito que tienes tus batallas ganadas

o resucitarás cuando alguien te escriba un testamento.

LP DD