Mentirle a un poema


Cuando encascada tu cabeza, 

te inunda de certezas

o cuando en cascada tu cabeza, 

inunda tus certezas.

Las dudas acaparan

 tu inteligencia con destreza

y las partituras se te escapan 

entre negligencia y pereza.


Maldito Sócrates que por descarte

 leí una noche intensa,

cuando descarté a Descartes 

y reí derrochando conciencia.

Maldito René y su Calle Trece, 

maldito Nach y el Teorema ese,

maldita sea la poesía intensa, 

que me hace teclear sin clemencia.


Las metáforas desaforadas, 

rezan puras y perfectas,

maneras metódicas doradas 

que astutamente develan,

la antítesis a la tésis que decís 

que sostienen tus teoremas

y a la síntesis la evadís, 

en incompetentes rimas groseras.


No se puede mentir en poemas 

y en vano es que insistís,

en sostener o decir promesas, 

que a mano puedo desmentir,

porque no se puede mentir, 

hablando de la naturaleza

y en el arte de escribir, las nubes son de algodón, 

al igual que tus certezas.


Es decir que podés alterar un concepto, 

mintiendo con destreza

pero no podés alterar en mi cabeza, 

lo que entiendo de los cuentos;

porque ahí son muchos los conceptos ,

que forman una idea

y si tirás de un solo hilo, 

se termina moviendo toda la tela.


Es decir que Blancanieves, 

es la república que está presa,

encantada con la blanca nieve, 

que no es su única anestesia

y en paciencia se convierten, 

las ansias de la amarga espera,

que padecen quienes invierten, 

en un mañana que nunca llega.


¿Cómo pueden convencerme, 

de que la madrastra es buena?

Y que la pobre muchacha inocente, 

en realidad es mala y perversa.

¿Acaso no ven la telaraña, 

ni las conexiones que atraviesan,

a los personajes que entrañan, 

a las acciones que representan?


Mandar a cazar a una niña bella, 

porque te resulta una amenaza,

dándole una manzana, 

para que se duerma su cabeza;

no es un signo de nobleza, 

es una artimaña siniestra

y no existe un mañana, 

en el que esa teoría me convenza.


Por eso la poesía es la salida, 

la cotidiana locura nuestra,

porque revela e ilumina, 

las contradicciones de tus propuestas,

no existe un poema que diga 

o me sugiera como alternativa correcta,

buscar en Marte las premisas, 

que no viste destruyendo la tierra.


LP DD


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