Gracias KARIdad que ALEja el dolor
La empecé a escribir cuando escuché a Karina decir, que logró convertir el dolor, en el clamor que hay que decir.
Para que la vida pueda seguir, sin padecer el ardor, que la desolación suele inducir, cuando se vive con rencor...
Me hizo acordar a Enrique y a Cristina y su perdón, que me supieron otorgar, cuando vieron en el odio el error, que tan caro suele costar.
Soy un costal de sacrificios y es un maleficio proclamar, la venganza que de oficio, solemos anhelar.
No hay vuelta atrás, en el sentido que el odio señala y es una artimaña osada, perseguir ese destino.
El odio es un veneno divino, que nosotros mismos bebemos, para que sufra el enemigo, el dolor que llevamos dentro.
Por eso es un vano alivio, ver sufrir en el intento, a quienes nos hicieron el daño mismo, que buscamos ver sufrir en ellos.
Y si ese se vuelve tu destino, lamento decirte que vas muerto, nadie ha sido redimido, bebiendo de ese veneno.
El veneno que bebés cual vino, alivia un tramo del sufrimiento, pero es un camino muerto, porque no te saca del abismo.
Y permanecerás adolorido, mientras ves sufrir al resto, un dolor que en sacrificio, convertimos con el tiempo.
No hay salida de ese averno y se convierte en el infierno mismo, porque no encontrás el sentido, en ese sufrimiento ajeno.
Si tenés la suerte de Cristo, vas a decir mirando al cielo, ‘’Padre por favor te pido’’, perdona a quienes me ofendieron.
Y verás la grandeza del misterio, que en el perdón se encontraba y también verás la hazaña, que implica el perdón sincero.
No hay mañana para aquellos, que solo buscan vengativos, la justicia que en los testamentos, ocultaron los crucifijos.
Por eso les digo gracias y no bajen los brazos compañeros, tenemos aún un largo trecho,
para salir de esta desgracia.
Esa es mi única esperanza y también es la esperanza de un pueblo, que busca morder la manzana, sin consumir su veneno.
Sólo ahí está la alabanza, que nos enseñó el Maestro, cuando de desde la cruz nos decía,
ámense como Yo amé al resto.
LP DD
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