Apuesta cotidiana

 Apuesta cotidiana


Sentir que tu seguridad depende del dinero

no es un acto voluntario

sino que es el efecto calculado con esmero

por algún avaro empresario.

Para engordar las arcas de los banqueros,

o de algún unicornio alado,

mientras le roban las montañas al pueblo,

diciéndole que están de su lado.


Por puras contradicciones perdemos partituras

y en profundas porfías trastabillamos con tumbas,

trastornados a ultranza la vida nos abruma

y buscamos en Francia, iniciativas absurdas.

Tanto tedio te tortura y las dictaduras te acalambran,

estás en medio del infierno sin ver las llamas

y pensás que es tuyo el entierro en que velas,

los restos de un cuerpo que alguna vez tuvieras.


Tirando tractores trepamos montañas enteras

y trepanamos detractores, torturados en hogueras.

Tuvimos tanto tiempo perdido tragando cuentas,

que cuenta como castigo caminado a tientas.

Trefilamos praderas para plantar plantas transgénicas

y transgredimos fronteras para acaparar pretéritas,

estratégias en poemas que cantaban tus poetas,

en inéditas propuestas transformadas en proezas.



Trabalenguas sublime que redime soledades,

ya no cuento los puñales, ni me duelen,

las puñaladas que esgrimen, los señores feudales

que señalan y no ven, sus errores fatales.

Tantas tristezas tengo por temores tan banales

y tantas contradicciones pasé en los tribunales,

que puedo hacer un tango usando los titulares,

de los recuerdos que cargo, por dolores triviales.


Puro trauma transitamos y postraumático estrés padecemos 

no vemos ni necesitamos, pero en automático comemos.

Mientras pretendemos pensando, que pensamiento poseemos,

no vemos lo sarcástico, que se esconde en lo que creemos.

Pretérito implemento práctico atribuído al ingenio,

resolver acertijos en intentos periódicos con empeño,

no somos genios por esmero, hacemos lo que podemos

y si no podemos inventamos, porque inventar es lo que hacemos.


LP DD


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