¿Preguntas?

 ¿Preguntas?


¿Cual es la condición específica

que implica ver la explosión

de tu cuerpo en la desolación

de la crucificción implícita?


¿Para que construimos maravillas

a la orilla de los ríos

y para qué hacemos caminos

que no van a Roma sino a Sevilla?


¿Podés ver la alegoría

que se esconde en las sombras,

o es que ya no te asombran,

las vueltas de la vida?


¿Para que insistimos en porfías

que llevan a tumbas rotas

que no nombran la osadía

de quienes murieron por su boca?


¿Nadie nota la falta de empatía

que los diarios nos revelan

o será que hicieron la tarea

y por eso no vemos la lobotomía?


¿Será cuestión de tiempo

entender que la luz de las estrellas

demora en llegar a la tierra,

pero de todas maneras está viniendo?


¿Cuantos luceros negaremos

cómo negamos holocaustos

antes que en nuestro zapatos

veamos caminar a un muerto?


¿Cuantas preguntas escritas

en silencio has contestado

y cuántas respuestas leídas

escribiendo has olvidado?


¿Qué esperan de mí vida

o que quieren que les diga,

para que no me hinquen el diente

como perros suicidas?


¿Entendés que lo que no se nombra

es el nombre de las cosas,

que maravillosas o con herrumbre

hacen a la vida hermosa?


¿Ves a las flores de la plaza

maquillarse con la aurora,

o preferís pensar en el azar

que se desvanece con las horas?


¿Son tuyas tus neuronas

o son tus neuronas justamente

las que notan con euforia,

que ellas son la mente?


Tendré tantas preguntas presentes

como montañas tenía Mahoma,

no son broma mis interrogantes,

son la esencia que acomoda.


LP DD


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