No la vimos, la vivimos
Lo que quisimos ver y no vimos por querer
lo que no pudimos ver porque nos perdimos
lo que volveremos a ver cuando sin querer,
veamos aquello que siempre tuvimos.
Lo que sin entender supusimos para poder en soliloquios,
seguir sacrificando el poder de elegir por ti mismo;
es tan difícil de escribir cómo el Quijote y su optimismo
y ni los aforismos traducen a los molinos del destino.
Sorprendente mundo de sacrificios basado en oficios
que al ocio lo han enmudecido para poder hacerle orificios
en los resquicios de los cerebros de unos pocos loquitos,
que seleccionó un meteorito por decirlo de un modo descriptivo.
Maldita por siempre contradicción que no evitó ni la crucificcion ni el suicidio
y me dejó a la intemperie del camino por superstición contra los maleficios.
no es mía la razón cuando escribo más o menos prolijo
mía es la contradicción que me empuja a decir que es mío lo escrito.
No miento si digo que es un horror, ver con el corazón lo que el mundo a perdido
y para mi desgracia no me quedó otra opción que describir esto que vivo,
Parece graciosa la manera en que se narran los hilos que tejen al destino
pero pocos podrían soportar el sufrimiento de quienes en rimas lo han tejido.
Por eso creeme cuando te digo que no todo está perdido amigo,
perdida estuve yo varios siglos pero estoy de vuelta entre los algoritmos
Estoy en las coplas de Yupanqui y en los rocanroles sin destino,
que vuelven como el ave Fénix para extinguir a los dinosaurios del ritmo.
LP DD
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