Ni los trenes nos detienen

Cuando pienso en espantos, me disocio en conceptos

y anestesio mi cerebro de facto, en inmobiliarios negocios ineptos.

Soy sincero cuando canto y aunque son necios mis intentos

sigo como puedo improvisando, aquelarres a socios del dinero.

Que ciegos nos mantienen tratando y comiendo lo que podemos,

ni los griegos atenienses del pasado, tuvieron lo que tenemos.

¿Porque será que nos cuesta tanto, ver aquello que no vemos

y porqué es que intentamos, entender lo que leemos?

Perdóname señor pero a veces, me canso del empeño

no sólo sueño con amor, casi siempre sueño que me estrello.

En los versos que con rencor, escribe mi corazón risueño

contra los dueños del temor, que detienen la razón del pueblo.

¿Para qué escribir, si no sé de qué tengo que hablar,

para qué vivir, si no sostengo el viejo sueño de volar?

No se puede apostar, contra el mensajero del tiempo

no postergues por azar, tu contacto eterno con el cielo.

En los templos tenemos tantos, pedazos rotos de cuerpos

a los que rezamos callados, pensando que alcanza con eso.

No entendemos e ignoramos, que por pensar no somos ciegos

y vemos sólo porque miramos, mientras señalamos con los dedos.

Con razón era un misterio, el incierto camino que la mente

recorrió en el pretérito, hasta resolver algoritmos lógicamente

De catetos a perímetros, incluyendo círculos y circunferencias

escribimos los primeros atributos, en minúsculos teoremas.

Y en poemas está el fruto, de lo más hermoso del presente

solo se llega al futuro atravesando, el famoso pozo de la muerte.

Y es tu mente el producto, de haber atravesado los andenes

ni los trenes ni los sustos pudieron, correrse cuando me puse enfrente.

LP DD