¿Estoy solo?
¿Hey amigo te sentís olvidado o solo un gato maullando en el tejado?
¿No hay problema ni adversario, al que no te hayas enfrentado?
Escuchate los que sigue y decime si te sentís identificado,
con los gritos de una psiquis, que hoy escribe mi pasado.
Subido a bordo de un carro, sin previo aviso y caminando,
me caí de boca al barro y aprendí por instinto a seguir andando.
Si me caigo me levanto y si me perdí volví conmigo,
creerme cuando digo entendí, lo que es volver desde el abismo.
En mis mejores días, escribí catorce poemas de corrido
sin entender lo que decían, mis pobres dedos adoloridos.
Fueron los peores días, que mi cerebro pudo haber vivido
y fueron muchas las porfías, contradiciendo lo que escribo.
Mi cabeza explotaba, por no entender que las derrotas
son solo notas que dejaba, en la borra de las copas.
No hay palabras, para la mente humana que no borra
que le traduzcan a mi alma, de repente lo que ignora.
Es estrés postraumático, automática cicatriz que lloras
pensando cuál matemático, que automedica su nariz a solas.
Duras noches de insomnio, en las que aprendí a dialogar
con fantoches y demonios, a los que ya no quiero escuchar.
En la ansiedad se siembra el odio y en el miedo la lucha,
nadie entiende su ebriedad, ni el opio de lo que escucha.
No es por falta de caridad que el podio se estructura,
en la pornografía que en castidad, sumió a tu boca desnuda.
LP DD
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