La desepción

 La desepción


La desilución me avasalla,

más allá de mi razón;

y mi corazón cual canalla,

me apuñala con amor.

Y por amor mis razones,

razonaron en el error;

soportando al cruel dolor,

en viles contradicciones.


Almidonada con posiones,

y con oposiciones coronada;

la dorada corona de punzones,

las nociones nos robaba.

Con osada alevosía,

las endorfinas inyectaba;

y cual si fueran cocaína,

las neuronas me drogaban.


Aprendiendo a resistir,

sobreviví a lo más siniestro;

al infierno fuí y volvi,

pero mi cerebro no está ileso.

Inmerso en el trauma,

deambula entre los muertos;

y son los tuertos quienes ladran,

a los que cabalgan contra el viento.


La disonancia fue creciendo,

y esparciendo la maraña;

y a la araña la convirtieron,

en un supereroe sin capa.

A Blancanieves la manzana,

y a Eva la blanca serpiente;

que mete el diente en mi alma,

que ya no calla lo que siente.


Maldita curiosidad impertinente,

que penitente en la intimidad;

a la igualdad nos tiene pendientes,

e invidentes a la realidad.

Y la rivalidad me desiluciona,

succionandome la vitalidad;

ni las vitaminas solucionan,

nuestra falta de claridad.


No bastará la claridad,

ni alcansará la clemencia;

ni la demencial sinceridad,

ni la piedad por herencia.

Nada de eso servirá o evitará tu final,

porque sería concecuencia;

de tu inconciencia verbal,

que és tu vanal escencia.


LP DD








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