Hilde Moller Knäg

 Hilde Moller Knäg

¿Qué pasará cuando me muera?

¿O el día de mi ocaso?

No será peor el mundo,

si acaso un día yo fracaso.

Pero si caigo me levanto,

cual Picasso con sus cuadros;

si a Hitler le hicieron caso,

acaso a Hilde le abran paso.

El día que sepan que Sofía,

es Hilde Moller Knag;

será el día que sabrán,

porque Sofía es pensar.

Y verán a la filosofía, 

que no entendían por pensar;

por pensar en porquerías,

que no te dejaban pensar.

¿Solo un libro bastaría, vos decís?

Para entender, el berretín y la alevosía;

Ni Sabina sabiendo lo que sabía,

pudo entender lo que decís.

Puede ser que sea así, quién lo sabría.

Pero señoría, yo le juro en este acto,

que al tacto no le falta sabiduría;

ni cortesía, le falta al contacto.

Y de hecho o de facto y así mismo,

es el mismo hecho ese homicidio;

suicidio mismo, cometido por pacto,

o infarto dependiendo el sentido.

Si te mato y me suicido en mi delirio,

el impacto es el mismo, pero colectivo,

instinto primitivo del sujeto tácito,

que tácito te sujeta, en tu mundo subjetivo.

Si acaso Cancerbero, estuviera para verlo,

sería más que un sueño en el desvelo;

y en ese sueño vivo y muero compañero,

pero es tu cerebro, el que se vuela los sesos.

Y aunque insisto no te espero,

ni espero a los que están contigo;

mis calvarios se volvieron joda con el tiempo…

y a tiempo estamos, de frenar este delirio.

LP DD