Esperando el viento

 Esperando el viento


Tanto tiempo no me queda,

en la espera de los vientos;

de este desierto, las arenas,

son las penas de los genios.

Y son también los cementerios,

los desiertos dónde penas,

en alaridos que gargantas de Malenas;

arenosas te revelan el misterio.


Puto Genio Oliverio Girondo

y hondo tedio, del que respiro aliviado;

alados siempre, serán los hediondos.

Seas Iorio, AlmaFuerte o Pedro Bonifacio.

Por el faso, la merca o por un pete,

siempre tu cara termina en cansancio;

o hastío que es lo mismo, pero más despacio

y en ese suicidio se dilata el presente.


Ese breve espacio, donde Divididos

todos tus sentidos, conviven a diario

y que a diario se siente suprimido;

porque el diccionario, termina en Calvario.

Y a la ‘Z’ no llegamos, mis queridos,

porque perdimos del todo el Abecedario;

me gana el cansancio, atrevidos!

porque de cansancio estoy agonizando.


Si la intriga te carcome,

sea por dentro o por fuera;

no verás a la pantera,

que vive en tus predicciones!

Que se cumplen cual profeta,

en la tierra de tu vida;

que está vacía de sonrisas,

porque portas escopetas.


Te suicidas en tarimas,

que son la acera que veías;

y no ves ni las comillas,

qué te resucitan en la esquina.

¡Oh suicida de mala puntería!

dime qué sería de mí, sin tu guía;

si fuera certera tu palabrería,

hablarías menos; y más escucharías.


LP DD


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