Edulcorante para realidades
Edulcorante para realidades
Cuando la vida amarga
amaga cúal suicida,
mientras caminas e indagas
con dagas asesinas;
Y ni las plegarias alcanzan
para balancear la tarima,
que rima con desesperanza
en la panza y las tripas.
Cuando acaricias la salida
de emergencia de tu vida
consumiendo sacarina,
que se convierte en cocaína.
Y ni cocinando evitas
las ansias de poesía,
vas moribundo en agonía
tratando de endulzar tu día.
Con el edulcorante homicida
que asesina combatientes
y mantiene el trance,
de invidentes que asesinan;
Se anestesian tus encías
a lo amargo de la vida,
que opina en lo opaco
lo poco qué se divertía.
Y sin sentir, sufrirías
la angustia de la soledad fría,
que te convida la envidia:
insidiosa maquinaria de porfías.
Alejandote en alegorías
de cavernícolas grandotes,
perdiste el norte María:
¡Pero retornaste, yo lo sabía!
A endulzar la vida mía,
con aleluyas que se suicidan
para que construyas las tarimas
porque las rimas son tuyas.
Y en ayunas y a cuantía
yugas pero sin la eucaristía
hasta que comulgas en poesía
con la esencia que deambula.
Para celebrar la Misa
de un pueblo sin camisa
que enhebra la memoria
que arrojaron de cornisas;
Con el enebro y las tizas,
que al cerebro trizan,
se hicieron trizas los sueños;
¡Así La Patagonia tiene dueño!
Hasta que llegue el día
en que la estructura misma,
sea la cultura de la poesía
que eleve nuestra autoestima;
Y los dulces proyectos que imaginas
no sean las cruces que esgrimías,
no veremos las luces
que Jesús nos prometía;
Y pasaremos los días
cansándonos de orgías,
que masticamos en comidas
sin saber que es insecticida;
Y quedaremos en ruinas
masticando puras píldoras,
que te sacan del tedio,
pero a costa de tu vida.
LP DD
Comentarios
Publicar un comentario