Café ‘’La Poesía’’


Estuve sentada en un bar

a mitad de la mismísima nada,

escribiendo poesía por la piedad

que por mí tiene la palabra.


Si hoy no estoy anestesiada

es justamente por la caridad

que la libertad me ofrece

para que piense con claridad.


No existe la ambigüedad

cuando la desigualdad nos precede

y por eso empiezo a teclear

cuando veo lo que sucede.


Maldito sea el capital

que a la poesía la desprecie,

en Marte no se encuentra el final

que nuestra especie se merece.


¿Por qué es  que en el café la poesía

ya no se pueden leer poemas?

¿No será que estamos en guerra

contra leyes que nadie escribía?


Han de ser cosas mías

escribiría si fuera Atahualpa

y las letras me responderían,

que no está muerto quien batalla.


Todavía nos queda una partida

en esta ecuación algebraica

y si no la has dado por perdida

puedes decir que es tuya la esperanza.


Importan poco las lanzas

que determinan nuestra impronta

y hasta que nuestra suerte sea otra

solamente importan nuestras palabras.


LP DD

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ganas de amar

  Ganas de amar Tengo unas ganas de amar a besos a la primer boca que me encuentre y descender en los excesos hasta el quinto círculo de la muerte. Donde sea que te encuentre te voy a comer la boca y me voy a partir los dientes de frente contra tus hormonas. Para qué quiero tener un cuerpo si no puedo gozar de los placeres que se convierten en atardeceres cuando a tu lado miro el cielo. Renuncio a los testamentos que me llevan a desconocerte y contra el tiempo arremeten las ganas que te tengo. Cueste lo que cueste le pese a quien le pese  y caiga quien caiga voy a seguir de frente hasta que escuches mis palabras. Renuncio a los intereses que anularon a Confucio y multiplico los peces aspirando al apoyo mutuo. No hay insultos entre nosotros y nuestros besos son los indultos, incluso si estamos rotos amandonos mejoramos el mundo. Estamos al borde de lo absurdo porque vivimos separados y si volvieramos a estar juntos este asunto saldría sobrando. LP DD
Leer más

Lápices que no Pudieron Romper

24 de marzo Para que la memoria no sea un eslogan, sino un fuego. Los vi. Con mis ojos de tinta. Con mis párpados hechos de papel amarillento, con mi alma de palabra. Los vi. Entraron como sombras de acero oxidado, con la patria embalsamada en un charco de petróleo, con los dedos manchados de pólvora y cobardía. Dijeron “orden”. Dijeron “paz”. Dijeron “Dios”. Pero lo que escuchamos fue el tableteo de los fusiles cruzando el corazón de un poema inacabado. Se llevaron cuerpos, pero olvidaron que el lenguaje no sangra. Se llevaron nombres, pero dejaron la palabra. Se llevaron casas, madres, abuelas, bebés. Pero no pudieron llevarse el recuerdo. Porque el recuerdo es verbo, y el verbo se hizo carne. Y la carne grita. Grita en las marchas. Grita en las plazas. Grita desde las cunas robadas, desde los dientes flojos de una abuela que no olvida ni en su Alzheimer. Treinta mil. Treinta mil. Treinta mil. No son una cifra, son un ejército de fantasmas justos que caminan entre nosotras cada 24 de...
Leer más

Al Juez de ‘’Paz’’ Marcelo Muscillo

  Al Juez de ‘’Paz’’ Marcelo Muscillo Todo aquello que no tuviste cuando estuve a tu lado, lo perdiste por avaro o se te volvió invisible. E inservible quedó el dado que en tus manos tu viste, porque apostando el pasado, en mis manos te perdiste. Y lo que no tuviste lo perdiste mientras en mi contra disparaste, si no te das cuenta decí alpiste, porque no viste dónde pararte. Tal como los tibios de Nietzsche no llegarás a tocar el parlante, cuando por fín te paralice, el código penal que tenés delante. Porque a los tibios Dios los vomita ya que imitan a los Cristos y mientras señalan sodomitas, no miran sus humanos atributos. Y mientras esquivan el bulto por puro amor a las comillas, se humillan en insultos, con indultos de alegorías. Súbase a una tarima Marcelo a ver si entero al round se anima, no vas a ver ni las comillas en celo, cuando te interpelo en una rima. Perdiste tu autonomía querido y maldito juez que no sabía, que te estabas metiendo con Cristo, porque él me alimenta d...
Leer más