Buenos Aires

 Buenos Aires


Entre calles vacías y desoladas

acongojadas se ven las vidas

que intrépidas se desvelaban

mientras buscaban la salida.


A dos cuadras del congreso

haciendo tiempo me encontraba

tecleando estos versos

que en mi cabeza imaginaba.


Dios atiende en Buenos Aires me dijeron

pero no veo a Dios por ningún lado,

sólo veo a gente durmiendo en el suelo

y a transeúntes que intentan ignorarlos.


La basura que se está desparramando

invade de a poco la naturaleza

y cada uno tiene una certeza

que lo mantiene vivo en este espanto.


Por ignorancia o por demencia

los unos a los otros se han tratado

con la más absurda violencia

mientras piensan que se han respetado.


Nadie espera en el semáforo

y estoy segura que nadie tolera

la impertinencia con la que los fósforos

le dan fuego a una vida siniestra.


En las llamas de las hogueras

se han apagado todos los focos

pero no ha muerto quien pelea

por la luz que emanan esos pocos.


Por eso es que he venido

a anunciarle al mundo que está loco 

y que nunca seremos redimidos

si no nos apoyamos entre nosotros.


Tenes algo de mucho

y tenés a la vez tanto de nada

eres solamente lo que escucho

aunque sólo escucho puñaladas.


LP DD


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